Por qué pasear a tu perro con correa es vital para su seguridad y la tuya
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El veterinario Camilo López, conocido en redes como @camiloveterinario, ha causado revuelo tras un video donde advierte sobre los riesgos de pasear a los perros sin correa. Aunque a menudo subestimada, esta práctica puede provocar situaciones desafortunadas para las mascotas y sus tutores debido a que los perros, por más entrenados que estén, actúan por instinto. En cuestión de segundos, un descuido puede derivar en que el perro se pierda, se accidente o cause daños a terceros.
Riesgos de pasear sin correa
La primera preocupación al soltar a un perro sin correa es su seguridad. Sin una correa, el can está libre de entrar en tráfico vehicular, pelear con otros animales o asustarse, acciones que pueden resultar fatales. Además, las consecuencias legales también son un factor clave a considerar. En Colombia, por ejemplo, sacar a un perro sin correa puede conllevar sanciones económicas significativas, como multas que oscilan entre $261,000 y $522,000 pesos colombianos, según el Código Nacional de Policía y Convivencia.
Para razas catalogadas como peligrosas, las leyes son aún más estrictas.
Investigaciones han demostrado que los perros que caminan sin correa tienen una mayor probabilidad de sufrir accidentes, siendo el control parcial a través de medidas de seguridad como el bozal y el registro especial crucial para estas razas.
La correa como herramienta de seguridad
Contrario a lo que muchos creen, la correa no es solo un instrumento para restringir la libertad del perro, sino una extensión de la responsabilidad del tutor. Expertos en comportamiento animal subrayan que este elemento es esencial para prevenir situaciones peligrosas como accidentes de tránsito o conflictos entre animales. Además, facilita el manejo de situaciones inesperadas, ofreciendo una capa adicional de seguridad frente al entorno. La correa también ayuda a mitigar situaciones de estrés que pueden desembocar en comportamientos agresivos.
En situaciones de rescate, como se ha visto en el rescate animal en Medellín, las correas han jugado un papel esencial para controlar a los perros y garantizar su seguridad mientras son transportados a un lugar seguro.
Responsabilidad y convivencia en comunidad
El llamado a la “tenencia responsable” es claro: alimentar o vacunar al perro no es suficiente. Parte de ser un dueño responsable implica entender las leyes locales y comportarse en consecuencia, lo que incluye el uso sistemático de la correa. La convivencia en espacios públicos demanda respeto por las normas y cuidado por todos los miembros de la comunidad, humanos y animales por igual.
Para conocer más sobre el bienestar de los perros y cómo atender sus necesidades en casos de movilidad reducida, puedes consultar nuestro artículo sobre la vida de perros con sillas de ruedas rescatados del abandono. Este recurso es vital para entender cómo podemos ofrecer una mejor calidad de vida a nuestras mascotas bajo cualquier circunstancia.
En resumen, más allá de las posibles multas y sanciones, pasear a un perro con correa es un acto de amor y responsabilidad que protege a nuestras mascotas, a otros animales y a nosotros mismos.