Gato utilizado para ingresar drogas en cárcel: un rescate insólito
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En un hallazgo que dejó perplejos a las autoridades, un gato fue rescatado mientras intentaba ingresar drogas a una cárcel de máxima seguridad en Costa Rica. Este peculiar modus operandi pone de manifiesto la creatividad sin límites del ingenio criminal.
Un insólito mensajero
La captura de este felino mensajero tuvo lugar en el Centro de Atención Institucional de Pococí, una de las cárceles más seguras del país. Los funcionarios del establecimiento, durante una ronda de vigilancia en las áreas verdes del penal, divisaron al gato sospechoso con envoltorios adheridos a su cuerpo. Al interceptarlo, descubrieron que transportaba 235 gramos de marihuana y 67 gramos de pasta base de cocaína, además de papel para armar cigarrillos.
Ingenio al servicio del crimen
La utilización de animales para el tráfico de drogas no es un fenómeno nuevo, pero la creatividad criminal en esta ocasión sorprendió a muchos. Los delincuentes suelen aprovechar la agilidad y el instinto de los animales para pasar desapercibidos en las rigurosas inspecciones de los centros penitenciarios. Sin embargo, esta vez los oficiales estaban un paso adelante.
Las autoridades responden
Inmediatamente después del hallazgo, el gato fue entregado al Servicio Nacional de Salud Animal (SENASA) para una revisión médica. Las autoridades penitenciarias, junto con el Ministerio de Justicia y Paz, han iniciado una investigación exhaustiva. "Estamos determinados a llegar al fondo de este asunto, esto no quedará impune", afirmó un portavoz del ministerio en una rueda de prensa.
El objetivo es determinar cómo el animal fue introducido en el penal y quiénes están detrás de esta operación. La tecnología moderna conocida como "telemetría de fauna" está siendo considerada para rastrear los movimientos del felino previo a su captura. Este método promete arrojar luz sobre su procedencia y las personas involucradas.
El destino del felino
El gato, ahora apodado "Narco Gato" por los medios locales, se encuentra bajo cuidado veterinario. Para las autoridades, el bienestar del animal es primordial. "No podemos olvidar que el gato es también una víctima en esta historia", mencionó un representante de SENASA.
Un llamado a la seguridad
El incidente ha generado un renovado debate sobre las medidas de seguridad en las prisiones del país. Algunos expertos en seguridad penitenciaria sugieren el uso de tecnología más avanzada, como sensores de movimiento y cámaras de vigilancia de alta resolución, para prevenir futuros intentos de contrabando animal.
Asimismo, se está evaluando la implementación de programas de capacitación continua para el personal de seguridad, con el fin de identificar señales de alerta que puedan pasar desapercibidas a simple vista.
Este insólito evento refuerza la necesidad de una vigilancia constante y efectiva en los centros penitenciarios. Los animales, al igual que las personas, pueden estar involuntariamente involucrados en actividades ilícitas, y es deber de las autoridades protegerlos y asegurar un entorno seguro tanto para internos como para el personal que allí labora. La historia del "Narco Gato" servirá, sin duda, como un recordatorio de la astucia de las organizaciones delictivas y la importancia de estar siempre alertas ante sus métodos cada vez más ingeniosos.