La multa por no recoger el excremento de tu mascota en Colombia
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Tener un animal de compañía implica mucho más que cuidados básicos; es un compromiso con nuestra comunidad. Olvidar recoger el excremento de nuestras queridas mascotas en espacios públicos se está convirtiendo en un tema importante de salubridad y convivencia. Pero, ¿qué pasa si nos descuidamos y dejamos de cumplir con esta responsabilidad? En Colombia, este acto podría costarte más que una simple mirada de desaprobación.
El costo de la omisión
De acuerdo con el Código Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana, dejar el excremento de tu perro o gato en la vía pública se considera una infracción que conlleva una serie de consecuencias, empezando por una multa económica. Aunque muchos dueños pueden pensarlo dos veces a la hora de acatar esta regla, definitivamente es mejor levantar el excremento que pagar de más.
Multa tipo 1
Lo que muchos ciudadanos desconocen es que el incumplimiento de esta normativa resulta en una sanción económica. Actualmente, esta multa tipo 1 equivale a $94.900. Mientras esto puede parecer "insignificante" para algunos, el costo no solo impacta al bolsillo del infractor, sino que afecta a la comunidad, al medioambiente y al comportamiento cívico en general.
Alternativas a la sanción económica
Afortunadamente, el sistema legal colombiano ofrece una salida a aquellos que desean redimir su falta de manera educativa. Si el infractor actúa dentro de los cinco días hábiles posteriores a recibir el comparendo, tiene la oportunidad de solicitar la sustitución de la multa por una actividad pedagógica.
Este enfoque no solo busca el cumplimiento de la norma, sino que pretende generar conciencia sobre las repercusiones de nuestras acciones. Para solicitar la actividad pedagógica, los interesados pueden comunicarse a una línea especial de atención.
Otras conductas sancionadas
El Código Nacional de Seguridad y Convivencia también contempla otras acciones relacionadas con la tenencia de animales que pueden llevar a sanciones. Entre ellas, dejar a las mascotas solas en lugares públicos, o no atender el bienestar del animal, son comportamientos que repercuten negativamente en la convivencia vecinal.
Reflexiones y responsabilidad
Educar a los dueños de mascotas sobre la importancia de recolectar los desechos de sus animales no solo mejorará la convivencia en las ciudades, sino que también marcará una diferencia en la calidad de vida urbana. La responsabilidad empieza por acciones pequeñas que, en conjunto, crean un ambiente más limpio y seguro para todos.
No podemos olvidar que aunque las multas económicas pueden ofrecer un castigo inmediato, es a través de la educación y concienciación que se alcanzará un cambio real y profundo. Asumir el compromiso con nuestros animales de compañía es también asumirlo con nuestra comunidad y el entorno natural.
En última instancia, no se trata solo de cumplir una norma para evitar una multa. Se trata de actuar con civismo, respeto y consideración hacia los demás. El bienestar de nuestras mascotas también se refleja en cómo contribuimos a un mejor entorno para todos.