Cinco acciones comunes que generan ansiedad en perros

La ansiedad en los perros es un problema bastante común, pero, a menudo, no nos percatamos de que nuestras propias acciones diarias son las que están provocando este malestar en nuestras mascotas. A continuación, detallaremos cinco acciones habituales que podrían estar generando ansiedad en tu perro y te proporcionaremos soluciones para corregir estas situaciones.

Señales de ansiedad en los perros

Al igual que nos ocurre a los humanos, los perros comunican su estrés o malestar a través de diversas señales que muchas veces pueden pasar desapercibidas para nosotros. Entre estas señales se encuentran el jadeo excesivo, el esconderse, tener la cola entre las piernas, o incluso lamerse demasiado. Ignorar estas señales puede aumentar la ansiedad de tu perro, por lo que es vital estar atento al comportamiento de tu mascota.

Para aliviar cualquier malestar, es fundamental observar el lenguaje corporal de tu perro. Si notas signos de estrés, tales como inquietud, salivación excesiva o movimientos nerviosos, intenta calmarlo o modificar la situación que le está afectando. Proporcionar un lugar seguro y una rutina constante puede ayudar a que tu perro se sienta más seguro y cómodo.

Cambios en la rutina

Los perros son animales de costumbres, y cualquier alteración en su rutina diaria puede generarles ansiedad. Cambios inesperados en los horarios de comida, paseos, o incluso en la presencia de nuevos miembros en la familia o una mudanza pueden afectar gravemente su bienestar emocional.

Para evitar estos problemas, procura mantener una rutina estable en lo que se refiere a comida, paseos y tiempo de descanso. Si por alguna razón necesitas cambiar rutinas, intenta hacerlo gradualmente para que tu mascota tenga tiempo para adaptarse.

Soledad y ansiedad por separación

Una de las principales causas de ansiedad en los perros es la soledad. Dejar a tu mascota sola en casa durante largos periodos, especialmente sin compañía, puede generar en ellos un sentimiento de abandono y, eventualmente, desencadenar un trastorno de ansiedad por separación. Esto conduce a comportamientos destructivos, ladridos excesivos o incluso problemas de salud.

Si detectas que tu perro sufre de ansiedad por separación, intenta no dejarlo solo durante largos períodos. Si esto no es posible, considera contratar a un paseador de perros o dejarlo con algún amigo o familiar. Además, puedes utilizar juguetes interactivos para mantenerlo ocupado o implementar métodos de entrenamiento que le ayuden a asociar la soledad con experiencias positivas.

Métodos de disciplina inadecuados

Es común que ante comportamientos no deseados algunos dueños opten por reprimendas severas o incluso castigos físicos. No solo son estas prácticas ineficaces, sino que también pueden acrecentar el miedo y la ansiedad de tu perro. Estas acciones pueden hacer que se sienta inseguro y deteriorar el vínculo con su dueño.

En lugar de recurrir al castigo físico, lo aconsejable es emplear métodos de entrenamiento positivo. Recompensa los comportamientos que deseas fomentar y redirige los inadecuados con comandos y refuerzos positivos. En estos métodos, la paciencia y la consistencia son clave para lograr resultados sin provocar ansiedad.

Ruidos fuertes

Los ruidos fuertes, ya sean fuegos artificiales, tormentas, o simplemente el ruido de la aspiradora o el secador de pelo, pueden ser una importante fuente de ansiedad para los perros. Si un perro muestra miedo ante ruidos intensos, como el temblor, ladridos, o intentos de esconderse, es un indicativo de ansiedad relacionada con el ruido.

Para ayudar a tu perro, trata de minimizar la exposición a estos ruidos en la medida de lo posible. Durante eventos ruidosos, como las festividades con fuegos artificiales, proporciona un lugar seguro y cómodo al que pueda acudir. Algunos perros responden bien a la música relajante o sonidos suaves que ayudan a enmascarar los ruidos perturbadores. Si tu perro sufre de una ansiedad severa por ruidos, consulta con un veterinario, quien podría recomendar una terapia conductual o incluso medicamentos apropiados.

La ansiedad en los perros es un asunto serio que frecuentemente es desencadenado por acciones de los dueños, muchas veces no intencionadas. Identificar y respetar las señales de estrés, mantener una rutina constante, evitar los castigos severos, y manejar los ruidos fuertes pueden contribuir significativamente al bienestar emocional de tu perro.

Recuerda que cada perro es un ser único, y lo que funcione para uno puede no ser efectivo para otro. Si tu perro sigue demostrando signos de ansiedad a pesar de tus mejores esfuerzos por corregirlo, lo más recomendable es consultar con un veterinario o un especialista en comportamiento canino.