Rescatan 17 animales hacinados y enfermos en Risaralda

En una labor que resalta el compromiso de las autoridades locales y la comunidad con el bienestar animal, 17 animales fueron rescatados del horror que vivían en una vivienda del barrio Camilo Torres, en Dosquebradas, Risaralda. Los animales, que incluían perros, gatos, aves y conejos, estaban en condiciones de hacinamiento, desnutridos y sin las mínimas condiciones de bienestar.

Una operación conjunta que cambia vidas

La operación de rescate fue liderada por la Alcaldía de Dosquebradas en coordinación con la Policía Nacional, la Inspección de Policía y las secretarías de Gobierno, Desarrollo Agropecuario y Gestión Ambiental. El propósito claro y decidido de estas entidades fue devolverle a estos seres indefensos la dignidad y calidad de vida que todo ser merece.

El rescate, realizado gracias a las denuncias de vecinos, sorprendió a las autoridades. "Vinimos buscando dos animales y salimos con cerca de 15 en condición deplorable", explicó el veterinario Luis Valencia, quien lideró el equipo de especialistas que valoró el estado de salud de los animales.

Condiciones deplorables: un llamado a la acción

La escena descubierta fue desoladora. Algunos gatos estaban amarrados, y otros tantos compartían su espacio con cuerpos sin vida, evidenciando la urgente necesidad de intervención. Esta situación fue abrumadora, pero también fue un recordatorio de la importancia de la vigilancia comunitaria para detectar y denunciar casos de maltrato animal.

El inspector de Policía Jaime Agreda explicó que la acción se sustentó en el artículo 46A de la Ley 1774 de 2016, que permite la aprehensión preventiva de animales en casos de maltrato. La aplicación de esta ley fue crucial para garantizar el rescate y protección de los animales afectados.

El duro camino hacia la recuperación

Luego del rescate, los 17 animales fueron trasladados a la Asociación Protectora de Animales, donde han comenzado un proceso de recuperación que incluye valoración médica, vacunación y tratamientos necesarios. Sin embargo, no todo fue una historia de éxito inmediato.

Lamentablemente, cuatro de los animales presentaban enfermedades infecciosas graves y daños físicos irreversibles. Conforme a la Ley 2455 de 2025, que endurece las medidas contra el maltrato animal, estos animales fueron sometidos a eutanasia humanitaria para aliviar su sufrimiento y evitar riesgos sanitarios para los demás.

Los 13 animales restantes ahora se encuentran en una finca habilitada por la administración municipal como Centro de Bienestar Animal. Reciben atención médica, alimentación adecuada y un entorno seguro que fomenta su rehabilitación y recuperación completa.

Compromiso con un futuro mejor

Luz López, secretaria de Desarrollo Agropecuario y Gestión Ambiental, enfatizó que todas las decisiones se tomaron con base en criterios médicos, técnicos y éticos. "No vamos a tolerar más maltrato. Seguiremos aplicando la Ley Ángel y activando los mecanismos legales disponibles para sancionar estos hechos", declaró López contundente.

El caso ha sido remitido al Grupo Especial para la Lucha contra el Maltrato Animal (Gelma) de la Fiscalía para que se inicie una investigación penal que sancione a los responsables de este doloroso episodio de crueldad animal.

El rol vital de la comunidad

La administración municipal resalta la importancia de que los ciudadanos se involucren activamente en la detección y denuncia de situaciones de maltrato animal. Las denuncias pueden realizarse ante la inspección de Policía de cada comuna, solicitando la intervención de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario y Gestión Ambiental.

La participación activa de la comunidad no solo salva vidas, sino que también crea un entorno más seguro y respetuoso para todos los seres vivos. Solo a través del esfuerzo conjunto se puede poner fin al sufrimiento de los animales y garantizar que vivan en las condiciones dignas que merecen.

En conclusión, el rescate de estos 17 animales en Dosquebradas refleja un avance importante en la lucha contra el maltrato animal en la región. Es un fuerte recordatorio de la necesidad de vigilancia, denuncia y trabajo conjunto para proteger a los más indefensos. Sin duda, este esfuerzo concertado es un paso hacia un futuro más compasivo y justo para todos los seres vivos.