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Barbas, el perro que venció a la eutanasia y halló un hogar

Grupo Editorial RedZoocial

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Barbas, el perro que venció a la eutanasia y halló un hogar
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La increíble segunda oportunidad de Barbas

En las calles de Riosucio, Caldas, vivía un perro criollo llamado Barbas, conocido por ganarse el cariño de muchos habitantes del municipio. Sin embargo, su vida dio un giro dramático cuando se enfrentó a la posibilidad de ser sacrificado, una medida extrema que, por fortuna, nunca fue necesaria gracias a los esfuerzos de la comunidad y la intervención de un nuevo tutor comprometido.

Un futuro incierto mientras la comunidad se moviliza

La historia de Barbas podría haber tenido un desenlace sombrío de no ser por la movilización de los ciudadanos. Durante años, Barbas estuvo expuesto a los peligros de la calle, y recientemente, algunos incidentes con motociclistas causaron preocupación en el municipio. Fue entonces cuando comenzaron a circular versiones sobre una posible eutanasia, un destino que generó una ola de solidaridad y acción inmediata entre los pobladores.

La Dirección Territorial de Salud de Caldas había considerado la eutanasia como una reacción inicial frente a los incidentes, una idea que alarmó a muchos. "Se aprovechó para generar polémica de que íbamos a matarlo, a ponerle la eutanasia, y esa nunca fue la directriz del alcalde ni mía", afirmó Juan David Piedrahíta, secretario de Desarrollo Económico de Riosucio. Este comentario sirvió para tranquilizar el ánimo del público y para reenfocar los esfuerzos hacia una solución más compasiva.

Ricardo Gallo: salvador y nuevo hogar para Barbas

Una de las claves para el renacimiento de Barbas fue la adopción por parte de Ricardo Germán Gallo, exsecretario de Medio Ambiente de Manizales. Gallo ya había demostrado ser un héroe para los animales una vez antes, cuando en 2016 rescató a Tyson, un pitbull que había estado al borde de la eutanasia por atacar a varios niños.

Gallo expresó su alegría y responsabilidad al recibir a Barbas, diciendo: “Me siento complacido por recibir a Barbas. Tiene una enfermedad propia de su edad, pero llegó en buenas condiciones y haré todo lo posible por darle una vida digna”. En su finca, ubicada en una zona donde el perro podrá disfrutar del espacio y cuidado que merece, Barbas inicia una nueva etapa de su vida, un capítulo marcado por el amor y la atención.

La importancia de la comunidad en la protección animal

El viaje de Barbas para encontrar un hogar seguro no podría haberse logrado sin la ayuda de la comunidad. Medios locales han destacado la labor de personas como la doctora Miriam Echeverry, Álvaro Calle y Rubi Palao, quienes fueron fundamentales en el cuidado del can. Incluso en periodos de enfermedad, estos habitantes de Riosucio no dudaron en brindar asistencia médica y mantenerlo alimentado.

La Junta Defensora de Animales, encabezada por María Morales, también jugó un rol crucial en todo el proceso de adopción. Su supervisión y dedicación aseguraron que Barbas fuera trasladado de manera segura a su nuevo hogar y que su bienestar siempre fuera la prioridad. "Queremos llevar tranquilidad a la comunidad. Barbas ha sido uno de los peluditos más queridos de Riosucio, y ahora está en un lugar seguro donde será bien cuidado", comentó un representante de la Secretaría de Desarrollo Económico.

Un llamado a la tenencia responsable y políticas públicas

La historia de Barbas deja una profunda reflexión sobre la importancia de la adopción responsable y del cuidado de los animales comunitarios. Su caso resalta la necesidad de contar con políticas públicas enfocadas en la protección animal, especialmente en municipios que aún no poseen albergues adecuados para recibir a estos seres vulnerables.

Al final, Barbas ya no recorrerá libremente los parques de La Candelaria ni dormirá frente a la estación de bomberos, pero ha encontrado un hogar donde puede envejecer con dignidad. Su historia no solo se ha convertido en un símbolo de esperanza, sino también en un recordatorio de la humanidad y empatía que deben prevalecer en nuestras interacciones con los seres sintientes.

La vida de Barbas es testimonio del poder del amor y de la comunidad para hacer una diferencia real en la vida de los animales. A medida que se acomoda en su nuevo hogar, Barbas nos inspira a reflexionar y a actuar, asegurando que otros animales como él también encuentren su propio refugio seguro y amoroso.