Turistas denuncian maltrato de caballos en Cartagena

Un reciente video que ha circulado en las redes sociales ha destacado un problema persistente en la ciudad de Cartagena, Colombia: el maltrato de caballos empleados por cocheros en el transporte turístico. El video muestra a un caballo desplomándose en la calle, lo que dio lugar a una acalorada discusión entre los turistas presentes y los cocheros responsables del animal.

Cronología de los eventos

El incidente tuvo lugar en las pintorescas pero concurridas calles de la ciudad amurallada de Cartagena. Testigos narran que el caballo, visiblemente exhausto, cayó repentinamente al suelo, provocando conmoción entre los visitantes. Varios turistas se acercaron para auxiliar al animal, mientras increpaban a los cocheros por el aparente descuido hacia el bienestar del caballo.

Este tipo de eventos no son nuevos en Cartagena, ya que el uso de caballos en la tracción de coches turísticos ha sido objeto de críticas debido al maltrato animal implícito. A pesar de que se han previsto transiciones hacia el uso de vehículos eléctricos desde 2025, el proceso ha sido lento y los casos de abuso continúan ocurriendo.

Reacciones de los turistas y comunidad

La situación ha despertado la indignación tanto de los turistas como de los residentes locales. Muchos visitantes, quienes estaban en la ciudad para disfrutar de sus atracciones, expresaron su descontento en redes sociales con comentarios y videos que pronto se hicieron virales. La comunidad local, igualmente preocupada, ha señalado que esta práctica no solo afecta la imagen de la ciudad ante el mundo, sino que también atenta contra los derechos de los animales involucrados.

Intervención de las autoridades

La Procuraduría General de la Nación (PGN) ha respondido al incidente requiriendo informes detallados a las autoridades locales sobre las medidas tomadas para proteger a los caballos. En años anteriores, la PGN había emitido órdenes judiciales para mejorar las condiciones de los equinos utilizados en el transporte turístico. Sin embargo, el cumplimiento de estas disposiciones ha sido irregular.

La acción constitucional presentada por la PGN destaca la necesidad de implementar controles efectivos. Entre las medidas ordenadas, se encuentra la obligación de realizar chequeos médicos regulares a los caballos por parte de la Unidad Municipal de Asistencia Técnica Agropecuaria (UMATA), así como el establecimiento de un sistema de vigilancia por parte de la Policía Nacional para prevenir el maltrato.

Medidas urgentes y futuras

Además de las acciones legales, se ha instado a la Secretaría Distrital de Ambiente a supervisar continuamente las condiciones de los caballos. Esta medida incluye asegurarse de que tengan acceso adecuado a agua, alimento y un entorno que les permita descansar entre turnos de trabajo.

Un aspecto crucial de la estrategia para acabar con el abuso es la apertura de una línea telefónica de denuncias, permitiendo a los ciudadanos informar sobre cualquier caso de maltrato que presencien.

Importancia del turismo responsable

Es fundamental que tanto los turistas como las compañías de viajes promuevan prácticas de turismo ético y sostenible. A menudo, los visitantes no son conscientes del impacto que su participación en ciertas actividades puede tener en la vida de los animales.

Al elegir participar solo en actividades que respeten el bienestar animal, los turistas pueden contribuir a la reducción del uso de caballos en condiciones abusivas. Además, presionar por cambios en políticas locales puede acelerar la transición hacia un turismo más responsable y menos dañino en lugares icónicos como Cartagena.

Llamado a la acción

El incidente subraya una realidad que debe enfrentarse urgentemente. Las ciudades turísticas deben adoptar medidas estrictas para proteger a los animales, mejorando tanto las condiciones de vida de los caballos como la experiencia turística. Instituciones gubernamentales y la sociedad en su conjunto tienen un papel crucial para asegurar que la transición hacia métodos de transporte más humanos se realice de manera efectiva y sostenida.

Las imágenes no solo de un caballo desplomado, sino de un debate encendido sobre derechos y responsabilidades, deben catalizar el cambio necesario para poner fin a estas prácticas arcaicas y promover el bienestar animal en todos los aspectos del turismo.