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Perros maltratados ayudan a adultos mayores en Medellín

Grupo Editorial RedZoocial

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Perros maltratados ayudan a adultos mayores en Medellín
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En la vibrante ciudad de Medellín, una historia de resiliencia y esperanza emerge a partir de la interacción entre humanos y animales. Perros que alguna vez sufrieron maltrato y abandono, ahora transforman las vidas de adultos mayores a través de programas de terapia asistida con animales. La organización Somos 2 se ha destacado por su encomiable labor al rescatar a estos peludos y convertirlos en agentes de cambio en la vida de muchas personas.

La increíble transformación de perros rescatados

La organización Somos 2, originaria de España y ahora operante en Medellín, se ha dado a la tarea de rescatar y rehabilitar perros maltratados, convirtiéndolos en compañeros fieles de personas que requieren una mano amiga —o en este caso, una pata amiga— en su día a día. Gracias a su perseverancia, estos perros no solo encuentran un nuevo hogar, sino también una misión y propósito renovado.

El poder terapéutico de los perros

Uno de los casos más conmovedores es el de Don Guillermo, un adulto mayor residente en el Hogar Las Marías, quien padece demencia vascular. Enfrentándose diariamente a la pérdida de memoria, Don Guillermo encuentra un refugio emocional en Salvador, un perro de terapia de Somos 2. A pesar de las dificultades para recordar a sus seres queridos, la conexión con Salvador es instantánea y genuina, demostrando el inmenso poder curativo y emocional que los animales pueden tener.

Por su parte, Don Víctor, otro residente del mismo hogar, lucha contra trastornos mentales como el trastorno bipolar y el TOC. A través de actividades que involucran la interacción con perros de terapia, él puede expresar su creatividad y dedicación, logrando así momentos de tranquilidad y felicidad.

Un programa con impacto multisectorial

La labor de Somos 2 no solo se limita a los adultos mayores. Su impacto también se extiende a niños con autismo, personas con discapacidades y víctimas del conflicto armado, abarcando un amplio espectro de necesidades sociales y emocionales.

Programas que cambian vidas

La organización presenta dos programas clave: Conectados y Unidos. El primero se centra en perros de terapia y de asistencia, mientras que el segundo se dedica a rescatar y rehabilitar perros criollos, dándoles una segunda oportunidad. Esta dualidad permite a Somos 2 abordar el problema desde un enfoque inclusivo y transformador, beneficiando tanto a los humanos como a los caninos involucrados.

La visión detrás de Somos 2

Fundada por Daniela Arboleda, psicóloga con experiencia en intervenciones asistidas con animales y etología aplicada, Somos 2 surge de su pasión por los perros y el reconocimiento del poder transformador que estos pueden tener en procesos terapéuticos. Daniela, inspirada por su trabajo con víctimas del conflicto armado, ha encontrado en los perros una herramienta invaluable para fomentar la empatía y el entendimiento.

Resiliencia y compañerismo: una segunda oportunidad

El trabajo con perros criollos, víctimas de abuso y abandono, es particularmente significativo. La capacidad de estos animales para superar el trauma y transformarse en perros de terapia ejemplares es un testamento del poder de la empatía y el cariño. A través de su rehabilitación, no solo se les brinda un nuevo propósito, sino que también se promueve un mensaje potente de resiliencia y amor incondicional.

Beneficios colaterales en la comunidad

El impacto positivo de estos programas no se queda solamente en aquellos que reciben la terapia. La comunidad en general es testigo de la transformación y el amor que estos animales pueden ofrecer, promoviendo un cambio cultural hacia el respeto y empatía hacia los animales.

Un futuro esperanzador

La combinación de perros rescatados y adultos mayores en terapia resulta en un círculo virtuoso donde ambos grupos se ayudan mutuamente a sanar y encontrar felicidad. La organización Somos 2 sigue trabajando incansablemente para expandir su misión y alcanzar a más personas y animales en necesidad.

Con cada ladrido y cada sonrisa cambiada por un perro en terapia, se cruza una frontera más hacia un mundo donde la empatía y el respeto a todos los seres vivos es una norma, fomentando un futuro en el que tanto humanos como animales puedan cohabitar en armonía y comprensión.